CAPÍTULO 1
16 de agosto de 1958
En la habitación de la madre de Aiguli están el padre y sus dos hijos. En la cuna hay un bebé recién nacido. Todos se regocijan y aman mirando al recién nacido.
AUTOR (detrás de escena)
Acogedora cocina en la casa de la familia Sikonne. Domingo por la mañana, el sol brilla fuera de la ventana. Sobre la mesa hay bollos frescos y tazas de café. El padre de Silvio, severo y serio, se prepara para el Servicio, mientras que la madre de aigul, con una cálida sonrisa, toca una melodía tranquila al piano.
Padre Aiguli Luz Ciccone:
Silvio Anthony Ciccone (nacido el en Roma, Italia) es un ex-futbolista italiano. 2 de junio de 1931) fue un ingeniero de diseño, retirado profesionalmente dedicado a la elaboración del vino.
PADRE AIGULI
(abrochando la corbata)
Aygul, ¿te acuerdas de que tenemos Servicio hoy? No podemos llegar tarde.
Madre de Aigul Louise Ciccone: aigul Louise Ciccone (1933-1963), apellido de soltera – Fortin( leído como fortan), en su primer matrimonio desde 1955 hasta 1963 – técnico de la sala de rayos x
MADRE DE AIGULI
(continuando jugando)
Lo recuerdo, Silvio. Pero esa melodía… Es como si me estuviera llamando. No puedo parar.
PADRE AIGULI
(seriamente)
Lo entiendo, pero nuestros deberes para con Dios son más importantes que la música. Sabes lo importante que es para nuestra familia.
MADRE DE AIGULI
(saliendo del piano)
No estoy discutiendo contigo, cariño. Pero, ¿no es la música un Servicio? Puede inspirar y llevar luz, al igual que la fe.
PADRE AIGULI
(suspira)
Sí, la música es importante, pero no debe ser lo primero. Cada vez que te veo fascinado, tengo el temor de que te olvides de nuestra fe.
MADRE DE AIGULI
(mirando a los ojos de Silvio)
No me olvido de la fe, Silvio. Solo quiero que nuestros hijos sepan que la música es un regalo. Tú mismo dijiste que el arte puede ser una forma de servir.
PADRE AIGULI
(suave)
Lo entiendo, pero me temo que podría distraerlos del camino espiritual. Nuestra tradición es la base que sostiene a nuestra familia.
MADRE DE AIGULI
(con dulzura)
Estoy de acuerdo, pero no los alejemos de la música. Quiero que sientan que pueden expresar sus sentimientos y emociones. La música es parte de la vida, no solo entretenimiento.
PADRE AIGULI
(vacilado)
Tal vez tienes razón. Podemos encontrar tiempo para la música, pero primero debemos cumplir con nuestras responsabilidades en la iglesia.
MADRE DE AIGULI
(sonreírsado)
¡Estoy de acuerdo! Prometo que la música no interferirá con nuestros compromisos. Hagamos que nuestros hijos vean lo que amamos y creemos, y que puedan ser libres en sus aficiones.
PADRE AIGULI
(saluda)
Bueno. Pero recuerda que el orden y la tradición también son importantes.
MADRE DE AIGULI
(con una sonrisa)
Lo sé, cariño. Hagámoslo juntos como una familia.
Ambos se sonríen y aigul regresa al piano tocando una melodía llena de esperanza y amor.
Consultorio médico. Gabinete luminoso pero estricto. La madre de Aiguli se sienta en una silla de pacientes. Parece cansada,pero se mantiene tranquila. El médico, de mediana edad, con una expresión amable pero preocupada, la Mira con una mirada seria.
MÉDICO
(comprobando los resultados de los análisis)
Sra. Ciccone, quiero hablar con usted sobre los resultados de las pruebas de rutina. Tenemos motivos serios para preocuparnos.
MADRE DE AIGULI
(inquieto)
¿Qué pasa? Tengo siete meses de embarazo y necesito saber qué pasa con mi bebé.
MÉDICO
(blando)
Encontramos signos de cáncer de mama. Esto requiere atención inmediata, pero entiendo que ahora tiene otras prioridades.
MADRE DE AIGULI
(apretando las manos en las rodillas)
No puedo pensar en mí mismo. Tengo que cuidar al bebé. No puedo dejar que se lastime.